Hoy les voy a contar una historia real que nos ocurrió hace un tiempo, una de esas que deja una lección muy clara sobre el mundo de los bienes raíces. Se trata de la venta de una propiedad que tenía diez herederos. Sí, diez. Y como se podrán imaginar, cada uno con su propia familia y sus propias ideas.
El primer obstáculo: La falta de comunicación
Desde el principio, el principal problema fue la comunicación. Mientras un gran porcentaje de los herederos estaba convencido de vender la propiedad, otro grupo se oponía. Este es el primer punto donde un negocio se puede estancar, generando una pérdida de tiempo valiosa tanto para los dueños como para los posibles compradores.
Eventualmente, y después de muchas idas y venidas, todos acordaron vender. Pero justo cuando pensábamos que habíamos superado el mayor escollo, apareció el segundo problema.
El segundo obstáculo: El desorden en la documentación
Resultó que los herederos que siempre quisieron vender ya tenían sus papeles en orden y sus posesiones efectivas avanzadas. Sin embargo, los que se oponían, recién comenzaron a hacer sus trámites en ese momento.
¿Qué ocurrió? El tiempo empezó a correr y el desorden nos pasó la cuenta. Tuvimos tres clientes muy interesados, listos para comprar la propiedad. Pero la falta de documentación completa nos impidió cerrar la venta.
El tiempo es un factor clave en los negocios. Si no tienes toda la documentación en orden, vas a perder oportunidades y, lo que es peor, vas a perder dinero. Los compradores se cansan de esperar y empiezan a buscar otras opciones.
La consecuencia final: Vender a un precio menor
De los tres interesados, solo uno tuvo la paciencia para esperar. Sin embargo, consciente de la situación y al no tener más competencia, supo jugar sus cartas: hizo una oferta menor.
Los herederos, al no tener más ofertantes sobre la mesa y presionados por el tiempo, no tuvieron más opción que aceptar un precio de venta más bajo del que habían acordado inicialmente.
La moraleja de esta historia es simple pero poderosa: si vas a vender una propiedad heredada, la organización es fundamental. Asegúrense de que todos los herederos tengan una excelente comunicación y, sobre todo, que todos tengan sus posesiones efectivas y documentos en orden ANTES de poner la propiedad en el mercado.
Si no lo hacen, se arriesgan a perder al comprador ideal y a tener que aceptar la oferta de quien tenga la paciencia para esperar, que casi siempre será una oferta a la baja. No dejen que un trámite les impida vender su propiedad al precio que realmente vale.